El cerebro es realmente increíble. Cientos de investigadores trabajan alrededor de este órgano para intentar desentrañar su funcionamiento y así hacer frente a, por ejemplo, enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. Una de las últimas investigaciones llevadas a cabo en la UCLA, la Universidad de California, ha descubierto que, mientras dormimos nuestro cerebro se comporta como si estuviera recordando algo.
Para llegar a esta conclusión, el equipo del profesor Mayank R. Mehta midió simultáneamente la actividad de las neuronas en distintas partes del cerebro durante la formación de la memoria. De este modo consiguieron determinar qué partes del órgano se activaban y desactivaban en las distintas fases. De hecho midieron esta actividad en tres partes esenciales del cerebro: el neocortex, el hipocampo y la corteza entorrinal.
Y fue precisamente en este último lugar donde los científicos descubrieron un hecho novedoso y que puede contribuir notablemente a la neurociencia. Hasta el momento los estudios previos habían comprobado la importancia del "diálogo" entre neocortex y el hipocampo en el proceso de formación de la memoria durante el sueño. Ahora, gracias a esta nueva investigación se ha comprobado que la corteza entorrinal que conecta estas dos regiones también juega un papel muy importante.
Resultados nuevos y sorprendentes
Como explica el propio Mehta, "los resultados son completamente nuevos y sorprendentes. De hecho el trabajo de la memoria ocurre en la corteza entorrinal incluso bajo los efectos de la anestesia". Este estudio aporta luz a cómo afecta a la salud, a la memoria y al aprendizaje la falta de sueño. Como apunta el mismo investigador, "cuando te vas a dormir, aunque sea en una habitación oscura y silenciosa sin información sensorial, el cerebro continua muy activo". Es más, centrándose en la corteza entorrinal, "cuando el neocortex se inactiva las neuronas de la corteza entorrinal interior se mantienen activas, como si estuvieran recordando alojado recientemente en el neocortex" explica Mehta, en un fenómeno conocido como persistencia de la actividad espontánea.
Pero además, según los investigadores, este periodo de recuerdo mental de las neuronas entorrinales se prolongaba mucho en el tiempo. Mientras que normalmente la actividad cerebral cambia en milésimas de segundo, en este caso, incluso bajo anestesia, esta actividad persistente duraba más de un minuto.
En boca de Mehta, investigador principal del proyecto, "es un modo completamente distinto de pensar sobre la consolidación de la memoria", apuntando que "hemos encontrado un nuevo jugador involucrado en este proceso y que tiene un enorme impacto".
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